Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia. Esta frase atribuible al escritor de ciencia ficción creador de 2001, Arthur C. Clarke, parece predecir un futuro inquietante, pero que comienza a ser una realidad hoy
Las tecnologías que están por llegar tienen la misión y la vocación de revolucionar, una vez más, la forma en la que el ser humano se relaciona con la realidad. Continúa ese cambio radical que comenzase hace apenas 20 años con la irrupción de internet y su rápida expansión.
En estos momentos, muchos de los ciudadanos han escuchado, conocen e incluso se ha especializado en nuevas tecnologías como la robótica, el internet de las cosas, las criptomonedas, las telecomunicaciones móviles, el Big Data o la Inteligencia Artificial. El futuro ya está aquí y viene cargado de novedades que van a ser muy difíciles de distinguir de la magia.
La tecnología de las comunicaciones hoy
No se puede dudar de la importancia que tienen las tecnologías encargadas de establecer la comunicación en estos días. Gracias a ellas, se está democratizando rápidamente cada innovación, cada nuevo reto que la industria consigue crear en poco tiempo se pone a disposición del gran público.
El motor económico que significa este sector da impulso creativo e interés para invertir en el I+D necesario para mantener a una compañía tecnológica eficazmente competitiva. Concretamente y sirviendo de ejemplo, las compañías proveedoras de telefonía deben hacer suya la tecnología que ofrece datos ilimitados a bajo coste, móviles de última generación, alta velocidad en la transmisión de datos… Elementos que han sido posible gracias al desarrollo tecnológico, desarrollo que ha sido posible gracias al interés del público…
Es, en esencia, un gigantesco Uroborós que se retroalimenta la base del avance tecnológico. Una predisposición de la masa consumidora por nuevos elementos que les hagan la vida más cómoda, ofreciendo alimento a una industria que no deja de crecer impulsada por esta necesidad.
Las tecnologías del mañana
El progreso tecnológico no cesa, el sistema social se está asentando sobre esta base que permite augurar un futuro dependiente absolutamente de lo que las tecnologías quieran ofrecer.
El Iot (Internet of Things)
El futuro cercano comienza ya a ofrecer todo un mundo dominado por software y hardware interconectado, que no deja nada al azar. La telefonía móvil ha comenzado esta revolución conectando a las personas con las máquinas, representando el motor para el modelo que significa el Internet de las Cosas (Iot). Esta interconexión ya está integrando en la red los objetos electrónicos cotidianos del hogar (frigoríficos, microondas, luminarias…). Un primer paso, que tendrá su continuación en todo tipo de objetos físicos.
Con el Iot, cualquier dispositivo físico podrá recibir y transferir datos a través de las redes sin que ningún ser humano interfiera.
El Big Data
Una de las peculiaridades que implica el uso y expansión del Internet de las Cosas es el aumento de datos por las redes virtuales, algo que ya se considera gigantesco. Para almacenar, clasificar y entender estas cantidades inmensas de datos (estructurados y no estructurados) existe el Big Data. Dando claridad a esta información en continuo tránsito, tanto las empresas como las naciones sabrán a tiempo real cuáles son las necesidades a cubrir sobre cualquier tipo de comunidad humana.
La Inteligencia Artificial
Las máquinas, los computadores, son reflejos de la mente humana, una creación que tiende a simular a su creador, por lo que cabe esperar que tengan un comportamiento cada vez más humano. Las máquinas, cada vez más inteligentes, imitarán las funciones cognitivas de las personas gracias a la combinación de los algoritmos que se plantean con el objetivo de crear aparatos más eficientes, productivos y pensantes.
Este elemento se consigue gracias, en buena medida, al manejo rápido de grandes cantidades de datos (Big Data) en combinación con elementos físicos que les ayudan a evolucionar (IoT). El procesamiento rápido, interactivo y con algoritmos va a permitir que los softwares utilizados aprendan por sí mismos, de forma automática, en función de los patrones y las características que se encuentren en los propios datos.
En un futuro un poco más lejano
Con estos tres pilares la tecnología seguirá evolucionando mezclándose con la biología, creando elementos biotecnológicos en los que la máquina se fundirá cada vez más con el ser humano, como si de una película de ciencia ficción se tratara.
En la actualidad, la ingeniería biónica ya es una realidad, con aplicaciones en medicina como la recuperación de la vista en personas invidentes. Así mismo, los implantes de chips en la piel, que permiten interactuar con los espacios que se habita con simples movimientos para abrir puertas o encender y manejar dispositivos electrónicos, están dando excelentes resultados. Incluso para la identificación en transportes públicos o pagar en las grandes superficies, solo con acercar la mano a un dispositivo receptor, ya tienen claros ejemplos de éxito.
La realidad virtual, los wearables, la robótica, los drones, la realidad aumentada, la computación emocional, los coches sin conductor, la impresión 3D… son algunos de los avances de los que se esperan grandes y sorprendentes resultados en el corto y medio plazo.